Es probable que ya haya experimentado una tensión importante en el cuello, los hombros y, a veces, incluso en la parte superior de la espalda. Hay muchas razones para ello; una postura prolongada, un lugar de trabajo inadecuado, el estrés, etc. Estos dolores en la parte superior de la espalda suelen estar relacionados con un músculo: el trapecio. Le ayudamos a entender y aliviar su dolor de trapecio.
La importancia del estrés en el dolor del trapecio
Estamos constantemente expuestos al estrés, ya sea en el trabajo, en casa o a través de la información negativa que difunden los medios de comunicación. Pero el estrés también puede ser físico, al mantener una posición durante mucho tiempo, como durante un largo viaje en transporte o tras pasar varias horas detrás de una pantalla.
Nuestro cuerpo percibe este estrés y crea una respuesta física, la mayoría de las veces en posición cerrada, lo que permite una especie de retraimiento, una protección contra la agresión. Esta posición provoca una contracción o un estiramiento prolongado de los músculos del trapecio, cuyo resultado es el dolor. Se trata de un mecanismo de defensa completamente normal ante una agresión, ya sea física o psicológica.
Por lo tanto, para reducir la tensión que se siente a este nivel, es esencial reducir las fuentes de estrés, ya sea mediante el deporte, la meditación, el yoga o la música. Busque actividades que le convengan y le permitan liberar presión, y revise sus hábitos físicos. Por ejemplo, cuando estés en un viaje largo en coche, haz pausas regulares para caminar y aliviar las contracciones prolongadas.
Es importante saber que los trapecios son dos grandes músculos situados a ambos lados de la columna vertebral. La razón por la que son tan masivos es que cada uno tiene 3 jefes musculosos: uno superior, uno medio y uno inferior. Comienzan en la base del cráneo, se extienden hacia los hombros y terminan en la mitad de la espalda. Estos dos músculos forman una especie de diamante. Por lo tanto, su dolor de cuello, hombros y espalda puede ser el resultado de un dolor muscular en uno o ambos músculos del trapecio.
Fortalecer los músculos para que el trapecio deje de doler
Ante los primeros signos de tensión en este nivel, puedes practicar el automasaje. Si el origen es muscular, la aplicación de una crema térmica puede ayudar a la relajación.
Si no puede encontrar el origen del problema, no se asuste, su osteópata también está ahí para eso. Con la ayuda de un interrogatorio y un chequeo, podrá obtener algunas respuestas sobre lo que puede causarle problemas, pero también liberarle de las tensiones acumuladas por los apremios ejercidos sobre su cuerpo. En efecto, las restricciones de movilidad a nivel articular y/o muscular, ya sean locales o remotas, provocan una contractura del trapecio. El papel de su osteópata es devolver la movilidad a su cuerpo para que recupere su equilibrio. Después de la sesión, ¡sigue los consejos dados! Quizá unos pequeños cambios en su estilo de vida pueden marcar la diferencia en el futuro.