Según multitud de expertos, el estrés se está convirtiendo en el detonante principal de numerosas enfermedades y amenaza con convertirse en un futuro no muy lejano como la gran amenaza contra la salud. Pero, ¿qué es el estrés? A día de hoy se considera una sensación o sentimiento de tensión tanto a nivel emocional como a nivel físico. Normalmente es provocado como reacción ante un evento, situación o pensamiento; donde el cuerpo y la mente se sienten tensos, nerviosos, inquietos, tristes e incluso con sensación de miedo.
Hay ciertos momentos de la vida donde el estrés es bueno e incluso necesario: cuando debemos huir de un peligro inminente, realizar una acción rápidamente, estar en alerta, etc. En estas situaciones el organismo libera un sinfín de hormonas, como el cortisol, que ayudan a una rápida y mejor activación de los diferentes procesos fisiológicos. El problema se produce cuando ese estrés tiene lugar con cierta frecuencia sin que haya ningún peligro; y en vez de ayudar al organismo lo castiga produciendo terribles consecuencias a nivel de salud.
La liberación continua de cortisol puede llegar a producir algunas de las siguientes consecuencias en el cuerpo:
- A nivel físico: caída de cabello, cambios en la piel (aparición de manchas), problemas al tragar (nudo en la garganta), falta de apetito, cambios de la microbiota y permeabilidad intestinal, aumento de inflamación general.
- A nivel psicológico: empeoramiento del sueño por sobre activación, irritación, falta de concentración, pérdidas de memoria, tristeza y depresión.
Como se puede ver, algunas de estas consecuencias son terribles y pueden provocar graves enfermedades si se mantienen en el tiempo. ¿Existe algún remedio para combatir el estrés? Se pueden aplicar ciertas medidas que pueden conseguir buenos resultados:
- Practicar alguna actividad física regularmente
- Seguir rutinas e higiene del sueño
- Socializar
- Mantener una dieta equilibrada
- Llevar a cabo rutinas de relajación como meditación o control de la respiración