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Chirokids: Cuidado quiropráctico para niños

18 mayo 2017

Cada día más personas descubren los beneficios de la atención quiropráctica viniendo a ver al Dr. Payne en Madrid Health. Algo de lo que no nos damos cuenta es de que nunca somos demasiado jóvenes o demasiado mayores para beneficiarnos de los ajustes que un quiropráctico cualificado puede ofrecernos. Los quiroprácticos de hoy en día, tienen la formación y la experiencia necesaria para trabajar con pacientes desde los primeros meses de vida hasta una edad avanzada.

Pero ¿por qué voy a traer a mi hijo a que le vean la columna vertebral si no tiene ningún problema ni se queja?

La columna vertebral es el eje de todo nuestro cuerpo, tanto en recién nacidos como en adultos es la que lleva todo el peso y la que protege la médula espinal, de dónde nace el sistema nervioso. Igual que desde que somos pequeños vamos al dentista, para revisar la mordida, o al oftalmólogo para comprobar que vemos lo que el profe escribe en la pizarra, tiene sentido que un especialista nos haga una revisión de la espalda

Los niños no son tan de goma como nos llevan diciendo durante décadas. El parto (haya o no haya sido un parto difícil), aprender a sentarse, gatear, conseguir ponerse de pie o dar los primeros pasos son situaciones determinantes en nuestra vida que pueden comprometer la columna vertebral ya que son contextos donde existe un determinado nivel de estrés.

Con los años y a través del aprendizaje, corremos, saltamos, montamos en bici, nos caemos, llevamos una mochila demasiado pesada, adoptamos una mala postura después de estar horas sentados en el colegio, practicamos deporte, vivimos el estrés de los exámenes… Por no hablar de las situaciones que nos vienen de genética: una ligera escoliosis, una tendencia a pisar mal, a caminar metiendo las rodillas… Todos estos escenarios suponen el día a día de cualquier niño y van sumando posibles subluxaciones (desalineaciones de las vértebras) que de mayor pueden derivar en complicaciones de las que un determinado día, cuando somos adultos, nos queremos deshacer yendo al quiropráctico, pero ¿por qué no empezar a cuidarnos desde pequeños? Si no forzar los ojos para ver o llevar ortodoncia para corregir los dientes son consejos que se dan desde las primeras etapas del desarrollo, tiene lógica que cuidemos una de las partes más complejas del cuerpo y de la que más dependemos.

También es importante destacar la evidencia de que el cuidado quiropráctico puede ayudar a prevenir o aliviar muchos síntomas comunes del resfriado y la alergia, incluyendo estornudos, tos y ojos llorosos. Esto no quiere decir que una visita al quiropráctico “cura” el resfriado común. Sin embargo, la investigación sugiere que los ajustes quiroprácticos ayudan a fortalecer el sistema inmunológico del niño con el tiempo, dándoles la capacidad de adaptarse mejor y luchar contra las enfermedades. La razón de esto es que un ajuste quiropráctico se centra en aliviar la irritación en los nervios causada por las subluxaciones en la columna vertebral. Los mismos nervios que transmiten la información del dolor son también los mismos que le dicen al cuerpo cómo funcionar correctamente, incluyendo el sistema inmunológico.

Los tratamientos quiroprácticos se adaptan a cada niño según sus circunstancias específicas, incluyendo su edad, altura y peso. Obviamente, un ajuste dado a un recién nacido es mucho más suave que el de un adulto, de hecho, lo normal es que no sea más que una ligera presión aplicada con la punta del dedo. La detección temprana y la corrección pueden ayudar a prevenir el desarrollo de estas condiciones y otras complicaciones mientras se mejora la calidad de vida de un paciente joven.

Los estudios han demostrado que los niños que visitan al quiropráctico de forma regular crecen con una mejor postura y tienen menos enfermedades que sus compañeros de clase. Si desea obtener más información sobre los niños y el cuidado quiropráctico, ¡llame a Madrid Health Consulta Quiropráctica hoy mismo!