Sin duda uno de los problemas más comunes que tienen nuestros pacientes en Madrid Health. La ciática es una condición que afecta a muchísimas personas, sintiendo dolor en espalda, pierna o incluso glúteo. El problema es que pocos saben cómo aliviar el dolor que produce o directamente eliminarla de manera definitiva. En este post te enseñamos todo lo que necesitas saber para curar el dolor del nervio ciático de una vez por todas.
¿Qué es la ciática?
La ciática es un conjunto de síntomas que afecta en mayor o menor medida a la parte inferior de la espalda, al glúteo, a la pierna y al pie. Los nervios que salen de la zona lumbar de la columna se juntan en un nervio de mayor tamaño llamado nervio ciático que recorre toda la pierna, desde su origen hasta los pies.
Dependiendo de cómo esté pinzado ese nervio, algunas personas tienen dolor solo en las lumbares, mientras que a otras les llega a la ingle, les baja por la pierna hasta la parte interna de la rodilla o les llega al pie. Asimismo, a veces es un dolor intenso y otras veces el paciente lo siente como entumecimiento, hormigueos y/o sensación de fragilidad y pérdida de fuerza en la pierna.
La ciática, así como la lumbalgia y otros problemas de dolor de espalda, no son una enfermedad en sí, sino una mezcla de síntomas que en muchos casos indican que hay un problema de base en los discos que sostienen las vértebras inferiores de la columna. En general, el dolor de ciática deriva de un mal estado o colocación de los discos que protegen los nervios lumbares L4 y L5 y también los de los nervios sacros.
Estos problemas tienen diferentes causas como una hernia discal que de vez en cuando irrita el nervio y da lugar a terribles dolores, un movimiento que compromete la zona lumbar o el propio embarazo, en el que debido a los cambios que se producen en el cuerpo y al peso depositado en la parte baja de la espalda, la zona se resiente. Otras causas que alimentan el problema son los malos hábitos posturales, estar de pie o sentado durante largos periodos de tiempo y levantar objetos de peso.
La ciática no es, estrictamente hablando, un diagnóstico médico, sino que es un conjunto de síntomas de una condición médica subyacente. Es un término común para describir el dolor que empieza en la zona lumbar, baja por la pierna ¡y que duele muchísimo!
Síntomas Comunes De La Ciática
- La mayoría de las veces comienza en la parte inferior de la espalda y baja hacia el muslo. Puede llegar a bajar por la pierna hasta el pie y los dedos del pie.
- La ciática no sólo se siente como dolor, sino que se puede sentir como una sensación de ardor o hormigueo.
- En casos avanzados puede haber entumecimiento o debilidad de los músculos de las piernas.
- La ciática afecta principalmente a una pierna, rara vez afecta a ambas.
El Nervio Ciático
Para explicar las causas de la ciática vamos a hacer una breve introducción de anatomía.
La ciática recibe su nombre del nervio ciático. El nervio ciático es el nervio más voluminoso y largo del organismo. Es un nervio mixto que se forma a partir de las raíces nerviosas que salen de las vértebras L4, L5, S1 y S2, en la parte inferior de la columna vertebral, y que se extiende por cada una de las piernas hasta los dedos de los pies. El nervio ciático permite la comunicación entre el cerebro y las piernas lo que se traduce en la capacidad de movernos, caminar, sentir si algo nos toca, ponernos el calcetín, saltar cuando pisamos por la noche a oscuras los LEGO que han dejado nuestros hijos ¡y mucho más! En definitiva, es un nervio muy grande e importante.
Las Causas Más Comunes De La Ciática
- Pinzamiento del nervio en la zona lumbar: se caracteriza por el deslizamiento de una vértebra hacia adelante sobre la vértebra adyacente. Cuando una vértebra se desliza y desplaza, se produce la compresión de la raíz nerviosa espinal y, con frecuencia, provoca dolor ciático en la pierna.
- Una hernia discal: uno de los discos de la columna se desgasta por un lado, la vértebra resbala y presiona las raíces nerviosas inferiores.
- Síndrome Piriforme – El músculo piriforme es un músculo pequeño ubicado en el glúteo que participa en casi todos los movimientos que realizamos con la parte inferior del cuerpo, desde caminar hasta cambiar el peso de un pie al otro. Por debajo del músculo se encuentra el nervio ciático. Lesionar o irritar el músculo piriforme puede causar espasmos musculares, haciendo que el músculo se inflame y/o tense presionando el nervio ciático.
- Puntos gatillo – los nudos en los músculos de las nalgas o de la parte baja de la espalda, llamados puntos gatillo, pueden causar un dolor en la pierna (derivación) que puede imitar al de la ciática.
¿Qué hacer si tengo dolor de ciática?
Como decíamos, la ciática es un conjunto de síntomas que sugieren que hay un problema en los discos. Es la manera que tiene nuestro cuerpo de hacernos entender que está pasando algo en la zona lumbar por lo que lo mejor es acudir a un especialista en columna vertebral.
En ocasiones los pacientes tienen episodios concretos y tras varios días el dolor desaparece pero es aconsejable no ignorarlo porque lo normal es que vuelva a aparecer y, en estos casos, el segundo o tercer episodio es mucho más intenso que el primero, ya que el problema tiende a agravarse.
¿Cómo calmar/aliviar el dolor de ciática?
La ciática puede manifestarse poco a poco o de repente como un dolor muy intenso que hasta llega a impedir el movimiento. Es frecuente que siguiendo las terapias convencionales, se receten antiinflamatorios siendo ésta una medida a corto plazo.
Es importante no limitarnos a los medicamentos ya que estos minimizan el dolor pero no corrigen el problema.
Terapias como la quiropráctica buscan soluciones a largo plazo centrándose en la corrección y en mejorar el alineamiento de las vértebras.
¿Cómo se cura?
Existen tratamientos no quirúrgicos que pueden devolver la calidad de vida a muchas personas que padecen ciática. Entre estas terapias está la Descompresión Vertebral, que utiliza una camilla especial que descomprime las áreas afectadas aplicando patrones de tracción en la columna y es una de las soluciones mejor valoradas por los profesionales para los dolores de ciática, lumbalgia y hernias de disco tal como se explica aquí.
Otra terapia aprobada para curar el nervio ciático sin cirugía es la Terapia con Láser MLS Clase IV, que por medio de la aplicación de fotones estimula y repara las zonas perjudicadas de manera totalmente indolora como puedes ver aquí. Estos tratamientos reducen la inflamación, facilitando el movimiento del día a día.
Dependiendo del estado de los discos y del consejo del profesional, como último caso tenemos la cirugía, siendo ésta la solución más invasiva de las descritas y con mayores tiempos de recuperación.
Remedios naturales/en casa
Existe la eterna duda.. ¿frío o calor? Siempre que tengamos un dolor agudo suele ser porque hay inflamación, por lo que lo mejor en estos casos es usar frío en la zona.
Puedes ponerte un paquete de frío envuelto previamente en una trapo para que no te queme la piel durante 10-15 minutos y 3 ó 4 veces al día. Esto ayudará a reducir la inflamación y a calmar y sobrellevar el dolor.
En casa o en el trabajo es importante mantener una postura correcta y erguida y usar un asiento ergonómico si vamos a pasar tiempos prolongados sentados, como cuando trabajamos. Es fundamental descansar en un colchón firme pero no duro y que no tenga más de 8-10 años. Junto con esto, no te olvides de hacer los ejercicios que te haya indicado tu especialista en columna vertebral para aliviar el dolor.
La mejor manera de tratar la ciática
La ciática se da más en hombres que en mujeres y la mayor parte de las veces aparece entre los 30 y los 50 años, así que es sobre todo a estas edades cuando más hay que prevenir estos dolores con ejercicio físico controlado para fortalecer los músculos de la zona.
Si no has tenido la suerte de librarte y ya has sufrido dolores de ciática y lumbago, la manera óptima de tratarlos es combinar buenos hábitos de estilo de vida con una terapia específica que llegue a la esencia de tu dolor y te ayude a mejorar en cada sesión. Mantener una buena postura corporal es muy importante y has de evitar movimientos bruscos y desplazamientos laterales del cuerpo, no cargues nunca pesos y evita actividades que cansan a la espalda.
Los deportes como la natación, el yoga o pilates alivian los síntomas y fortalecen los músculos lumbares y abdominales previniendo dolores recurrentes, mientras que los deportes de impacto comprometen la zona.
Entre estas buenas costumbres y un tratamiento adecuado como la Quiropráctica, la Descompresión Vertebral o la Terapia de Láser MSL Clase IV de las que hablábamos, tu situación puede mejorar muchísimo con paciencia y constancia, y más rápido de lo que esperas.
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